la verdad y las mentiras

escucho LHR y mi mente vuela
2006, el año que viví en peligro, 1998, 2004, fotos, canciones, libros, versos, películas.

sí, miento, claro que miento, pero no soy una mitómana.
simplemente soy terriblemente sincera al aceptar que miento, que me miento y que a veces digo mentiras que creo que son verdad porque a estas alturas del partido ya no sé nada de nada (mentira! la verdad es que no estoy segura de muchas cosas, nunca tanto para no saber nada).

pero sí digo verdades, verdades a bocajarro, verdades que (me) estallan en la cara.
verdades que duelen. como (casi) todo.

y al fondo canta bob
I hurt easy, I just don't show it
you can hurt someone and not even know it



así, para evitar malentendidos, he decidido soltar unas cuantas verdades (sobre mí):

vengo de una familia de mujeres conflictivas y conflictuadas. y soy la peor de todas
detesto llorar y mostrar debilidad, pero soy una llorona
mis miércoles son de terapia y mis jueves de happy hour. los viernes trato de recojer lo que quedó de la fiesta
odio a muerte los domingos y no me agrada para nada descubrirme frente a la pantalla del ordenador

podría vivir a base de queso, chocolate y sandía, mentira, preferiría un buen abrazo aunque no sepa cómo pedirlo.
tengo el corazón acorazado como callo
mi padre es mi mentira más grande y la más pequeña es mi lencería negra de encaje
me fascina escandalizar.

mido 1.63 metros y no sé usar tacones
mi color favorito es el azul pero casi siempre visto de negro
no sé ahorrar, dilapido ni sé qué es guardar para mañana

me lucen las actividades con cierto aire de nostalgia y lejanía, como estar parada frente a mi buzón mientras sostengo una carta que me acaba de llegar
tengo los ojos color caramelo y las manos pequeñas
he sido la muchacha mala de la historia y la niña buena también
soy oscura, volátil, insegura, distraída y frágil

puedo cerrar los ojos y olvidar el mundo
me gusta la cerveza y el café
y siempre que puedo brindo, porque somos simplemente eso:
la forma del comienzo tercamente escondida detrás de los finales.

5 mentirosos:

El Diablo Des. dijo...

Yo también odiaba los domingos. Un día, de la nada, llegó el gusto por ellos. Ahora son una verdadera delicia. Nada me gusta más que no tener nada que hacer y tener todo un día para hacerlo.

Cardenal Roquefort dijo...

Lo que tienes que hacer es no comerte tanto la cabeza con esos oscuros pensamientos y salir a la calle a disfrutar de la vida. ¿Por qué crees que sale el sol cada mañana? ¡Pues porque viene a darte los buenos días y a desearte que tengas una buena jornada! :D

Abre los ojos y date cuenta de que ahí fuera hay un montón de cosas buenas esperándote. Donde menos te lo esperes, encontrarás el sentido de todo este teatro. Cuando baja el telón, sobran las máscaras. ;)

Sahha!!! ^^

Unknown dijo...

don diablo:
que me llegue pronto el gusto, que me llegue!

jesu:
estoy haciendo mi mejor esfuerzo
lo prometo

Romy dijo...

Aquí no mientes y eso es bueno. Salud con vinito de tabla :)

Unknown dijo...

salud!!!!